Nicaragua rescata un histórico empate ante Costa Rica y mantiene vivo el sueño mundialista
La Selección Nacional de Nicaragua demostró carácter, disciplina y unidad al empatar 1-1 frente a Costa Rica, este viernes 5 de septiembre, en el inicio de la tercera ronda de las Eliminatorias Mundialistas de la CONCACAF.
El encuentro, disputado en suelo pinolero, se tornó adverso tras la expulsión de Jason Coronel al minuto 54, dejando a la Azul y Blanco con diez hombres en cancha. La desventaja fue aprovechada por los ticos, que se adelantaron al 60’ con un cabezazo de Alexis Gamboa, tras un tiro de esquina ejecutado por Alejandro Bran.
Lejos de rendirse, Nicaragua respondió con coraje. El esfuerzo colectivo y el apoyo de la afición se hicieron sentir hasta que, al minuto 81, Byron Bonilla transformó en gol un penal impecablemente ejecutado, desatando la celebración en el estadio.
Al finalizar el encuentro, el director técnico Marco Antonio “El Fantasma” Figueroa destacó la entrega del equipo:
Fue un gran esfuerzo de los jugadores a pesar de las circunstancias. Hay que resaltar a directivos, jugadores, la liga, entrenadores y preparadores físicos, porque sin ese respaldo esto sería imposible. Hoy Nicaragua puede soñar, expresó con optimismo.
Figueroa, al mando de la selección desde 2022, subrayó la unión del grupo y el compromiso de fortalecer la preparación de los futbolistas en sus clubes, convencido de que el fútbol nicaragüense atraviesa un proceso de crecimiento que merece reconocimiento.
Por su parte, Miguel Herrera, técnico de Costa Rica, calificó el resultado como negativo para su equipo:
Ellos redoblaron esfuerzos con diez hombres en cancha. Nosotros no manejamos el partido como debíamos y lo hablamos fuerte en el vestidor, declaró el mexicano.
Con este empate, Nicaragua reafirma que está lista para competir de tú a tú con selecciones históricamente superiores en la región. La Azul y Blanco visitará a Honduras el próximo martes, mientras Costa Rica recibirá a Haití.
Inspiración para Nicaragua
Más allá del marcador, la selección demostró que la adversidad no es un límite, sino una oportunidad para crecer. El fútbol nicaragüense está escribiendo una nueva página de esperanza, donde cada partido fortalece el sueño mundialista y el orgullo nacional.