Lucrecia Castro Munguía: una mujer que rompe estereotipos en la construcción de viviendas
Con una sonrisa en el rostro y la humildad que la caracteriza, Lucrecia Iveth Castro Munguía, de 51 años, relata cómo aprendió un oficio que muchos consideran exclusivo de los hombres: la construcción de viviendas.
Madre de tres hijos, a quienes sacó adelante sola, Lucrecia es una mujer multifacética, luchadora y sin miedo al qué dirán. “Muchas mujeres dicen que lo que hago es pesado, pero yo no lo siento así. Yo jalo arena, piedrín, mezclo cemento y armo hierro de cualquier estructura”, asegura con firmeza.
La menor de seis hermanos, aprendió el oficio trabajando al lado de su hermano Marvin. “Trabajé 10 años con él. La gente se asustaba al verme levantar piedras, bloques o mezclando cemento”, recuerda entre risas.
Gracias a su empeño, hoy muchas personas la buscan no solo para labores de construcción, sino también para limpieza de patios, instalación de cercas y pintura de paredes.
Entre el trabajo y la adversidad
En una etapa de su vida, Lucrecia laboró nueve meses en el Hospital Carlos Centeno, en el área de limpieza. Sin embargo, fue despedida tras un recorte de personal. “Me preocupé porque en las instituciones uno paga seguro, mientras que en las chambas no tenemos ese beneficio. Pero eso no me detuvo para salir adelante”, relata.
En 2017 enfrentó una de sus pruebas más difíciles: la pérdida de su hermano Marvin Castro Munguía, con quien compartía la mayor parte del tiempo y de quien heredó la pasión por este oficio. “Siempre me decía: ‘Tienes que aprender porque esto te va a servir en el futuro. Yo no soy eterno. Cuando falte vas a saber defenderte en la vida’”, recuerda con nostalgia.
Reconocida por su talento
El esfuerzo de Lucrecia tuvo un gran reconocimiento cuando participó en un concurso del Instituto Nacional Tecnológico (INATEC) en la categoría de armador de hierro, donde obtuvo el primer lugar. “Me dieron un certificado y me siento orgullosa de todo lo que he aprendido”, afirma.
Ejemplo de superación
Quienes la conocen la describen como una mujer valiente, trabajadora y decidida. Ella, por su parte, procura transmitir sus conocimientos a su hijo: “Este es un trabajo digno, que hombres y mujeres podemos hacer si ponemos de nuestra parte. Por eso, cuando tengo labores de este tipo, me lo llevo para que aprenda el oficio”, comenta.
Con perseverancia, humildad y determinación, Lucrecia Castro Munguía ha hecho historia rompiendo estereotipos en el mundo de la construcción, demostrando que no hay límites para una mujer que decide abrirse camino.